En la
tercera etapa de vacaciones amanecemos en la Playa de las Catedrales.
Entregamos las llaves del bungalow en el camping donde hemos pasado la noche y
acto seguido nos encaminamos a la playa. Estas son las coordenadas del parking:
43º 33´ 09.45”N y 7º 09´23.40”O.
Para
empezar el día con buen pie desayunamos en el bar-restaurante “Las Catedrales”
desde el cual tenemos buenas vistas de la costa. Una vez terminado bajamos a la
playa y nos encontramos entre acantilados…
…que
por algunas zonas se van estrechando.
También
observamos como el mar ha erosionado las rocas creando estos espectaculares
arcos…
… y cuevas como estas,
vistas desde el interior.
Algunas incluso tienen otra salida.
Podemos observar la inmensa cantidad de mejillones y lapas que viven en las grietas de los acantilados.
Pero la marea está empezando a subir…
Y golpear el pie de los acantilados donde nos encontramos…
… así que toca retirada y ahora hacer el recorrido por arriba.Desde aquí vemos el agua cristalina…
… y el mismo arco de antes.
Seguimos caminando por el filo del acantilado encontrando un nuevo arco…
… y más adelante otro…
… y otro más.
Impresionante resulta también las “metidas” del mar entre las rocas…
… y el resto de acantilados.
Seguimos avanzando hasta la ensenada de Cadramón donde ya nos separamos de los acantilados…
… y nos refugiamos del sol (quien diría que estamos en Galicia y en el mes de septiembre) en un bar donde nos hidratamos un poco y volvemos al coche esta vez bordeando la carretera, despidiéndonos de este espectacular entorno de playas…
… y prados.
Ahora nos disponemos a recorrer los aproximadamente 229 kilómetros que nos llevaran hasta los lagos de Covadonga.
Salimos
a la A-8 y tomamos dirección Ribadeo, pasándolo cruzamos
el “puente de los santos” sobre la ría. Una orilla pertenece a Galicia y otra a
Asturias. Seguimos unos 165 kilómetros hasta la salida 337 y seguimos por
la AS-260 dirección Coceña otros 11
kilómetros para llegar al mirador del Fito.
Unos 200 metros antes de llegar al mirador, justo después de una curva a la izquierda hay un desvío también a la izquierda que te lleva al área recreativa. Si subimos hasta arriba tendremos unas vistas excelentes del mar y la costa...
...y
de las montañas.
Pasamos por el mirador pero no cabía un alfiler porque nos
pillo el día de Asturias y parece que casi toda Asturias estaba allí.
Desde
aquí solo quedan 38 kilómetros hasta los lagos. Cuando llegamos a Arriondas
seguimos por la N-625 dirección Cangas de Onís.
Al llegar a Cangas podemos bordearlo por la AS-114, pero preferimos cruzar la
población y ver el puente romano sobre el río Sella...
...y la iglesia de Nuestra
Señora de la Asunción de Santa María. La avenida de Covadonga nos lleva hasta
una rotonda donde enlazamos con la AS-114 y en la siguiente rotonda seguimos
por la AS-262 a Covadonga pasando junto al zoo “La Grandera”. Llegando a
Covadonga resultan impresionantes las vistas desde la carretera de la Basílica
y de la Santa Cueva, pero lo visitaremos después de los lagos. En la rotonda
continuamos por la CO-4 donde ya empieza
la carretera a empinarse. Nos tomamos estos últimos kilómetros con calma porque
además de la estrechez de la carretera no es raro encontrar caballos...
...o vacas en
el mismísimo asfalto. Llegamos al primer lago, el Enol situado a 1070 m. sobre
el nivel del mar, pero continuamos subiendo para ver primero el Ercina que está
a 1108 m.
![]() |
Lago de la Ercina |
Después
de deambular maravillados por los alrededores del lago bajamos de nuevo al Enol
y después del paseo nos encaminamos a Cangas de Onís si bien nos detenemos antes
en el “Mirador de la Reina” con unas vistas espectaculares sobre los Picos de
Europa y el valle del río Gueña.
Ya
en Covadonga contemplamos la basílica de estilo neoromanico...
...que comenzó a
edificarse en 1877 y finalizo en 1901, construida
en caliza rosa.
También
espectacular es la Santa Cueva...
...donde está la tumba del rey Pelayo.
Tras
estas visitas obligadas volvemos a Cangas de Onís en busca de alojamiento.
Puesto que es el día de la comunidad autónoma hay mucho ambiente pero por fin
conseguimos una habitación en el hotel Puente Romano, muy acogedor.
Salimos a cenar pulpo a la gallega acompañado de una botella de albariño y de vuelta al hotel a descansar y prepararnos para la cuarta etapa de las vacaciones.
Salimos a cenar pulpo a la gallega acompañado de una botella de albariño y de vuelta al hotel a descansar y prepararnos para la cuarta etapa de las vacaciones.
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