Después de tantos kilómetros y ajetreo en los últimos días
hoy nos lo tomamos con calma. Vamos a visitar Frías y Tobera, a apenas 35
kilómetros de Miranda de Ebro.
Salimos por la N-I dirección Burgos y a los aproximadamente 12
kilómetros nos desviamos hacia Ameyugo y Puentelarra por la BU-525.
A la entrada de Encío giramos a la izquierda dirección Obanares y Cubilla atravesando el Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil. En algún tramo esta carretera se convierte en pista pero se circula bien.
Seguimos unos kilómetros y giramos a la derecha dirección Valderrama y más adelante veremos una indicación de Frías, lo que nos confirma que vamos en buena dirección. Continuamos unos kilómetros más hasta una señal de stop que empalma en la BU-520.
Giramos a la izquierda y prácticamente desde la primera curva ya se ve Frías y su castillo. Las coordenadas del Parking al pie del castillo son: 42º 45´43.60”N y 3º 17´47.00”O.
A la entrada de Encío giramos a la izquierda dirección Obanares y Cubilla atravesando el Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil. En algún tramo esta carretera se convierte en pista pero se circula bien.
Seguimos unos kilómetros y giramos a la derecha dirección Valderrama y más adelante veremos una indicación de Frías, lo que nos confirma que vamos en buena dirección. Continuamos unos kilómetros más hasta una señal de stop que empalma en la BU-520.
Giramos a la izquierda y prácticamente desde la primera curva ya se ve Frías y su castillo. Las coordenadas del Parking al pie del castillo son: 42º 45´43.60”N y 3º 17´47.00”O.
Es uno de los castillos roqueros más espectaculares de
Castilla y tiene su origen en el siglo X. Se construyó primero una pequeña
fortificación defensiva contra los musulmanes y a partir del siglo XII se
agregaron nuevos elementos que son los que conocemos hoy. Se encuentra ubicado
sobre el peñasco de la Muela y domina gran parte del valle de Tobalina y los
montes Obaneres.
Para entrar hay que pasar el antiguo puente levadizo que salva
el foso excavado en la roca y
...que nos mete en un
estrecho paso defendido por la torre para rechazar a los posibles invasores.
Aquí encontramos una
bonita maqueta del castillo.
Entramos en el patio de armas que es cuadrado y a nuestra izquierda,
la zona sur, vemos como queda todavía tres ventanales…
…con capiteles románicos. Uno decorado con arpías (aves de
rapiña con cara de mujer) unidas por la cola y con una serpiente entre las
garras,
Otro con jinetes armados
Y el último con grifos (animal con picos y alas de águila y cuerpo
de león) del cual no saque foto.
Ahora vamos hacia la torre del homenaje,
desde la cual se
obtienen las mejores vistas. Por ejemplo del puente medieval...
...al que luego nos
acercaremos y de la cúspide de la parroquia de
San Vicente Mártir.
En la parte norte del patio de armas vemos bajo una torre más
pequeña otra puerta de entrada, aunque quizás fuera en realidad una salida de
emergencia.
En esta foto vemos esta salida de emergencia.
Subimos a las otras torres y recorremos el adarve…
… y nos disponemos a bajar a la villa.
Recorremos las calles
buscando un sitio para almorzar especialmente por la del mercado desde donde
todavía se puede hacer alguna foto espectacular de la torre del Homenaje.
Decidimos entrar en el bar-mesón el Chato. Gran error.
Primero, a pesar de que tienen mesas fuera nos dicen que hay que pasar al
comedor. Pasamos. Segundo, el bacalao que pedimos no estaba en buenas
condiciones y el resto de la comida muy regular tirando a mala. Y tercero, la simpatía
de la camarera que supongo que tendría un mal día.
Salimos un poco decepcionados pero no queremos que este
incidente nos arruine el día así que ahora rumbo a Tobera que son solo 2 o 3
kilómetros.
Aunque no tiene perdida aquí están las coordenadas del GPS donde
dejamos el coche: 42º 44´ 54.60”N y 3º 18´ 22.80”O.
Aparcamos el coche y empezamos una excursión que nos lleva cruzando
el puente hasta la Ermita de Santa María de la Hoz.
Luego seguimos por otros senderos…
…junto al río Molinar descubriendo cascaditas.
Otras más grandes...
...pero la más espectacular es está que baja hasta el pueblo y
tiene varios miradores.
En septiembre tenía este caudal pero en invierno con
lluvias es increíble.
Regresamos a la ermita y vemos que tenemos compañía…
…y no se asustan.
Ahora regresamos a Frías para ver el puente medieval sobre
el río Ebro.
Tiene 9 arcos y una longitud de 143 metros y 3, 45 de ancho.
Aunque el origen de su construcción es romano, en la edad media fue reconstruido.
Como vemos, se edificó con una torre en el centro con saeteras y sobre las
puertas salientes, todo con carácter defensivo por lo que podemos decir que es uno
de los mejores puentes fortificados de España.
Por este puente pasaba la misma calzada romana que atraviesa
el desfiladero de Herrán, por el río Purón, del cual hay una entrada en el blog
de esa excursión, y llega hasta orduña.
Junto al puente, al borde del río hay un área recreativa de césped
con mesas y barbacoas para pasar fresquitos las noches de verano o aprovechar
un día de sol en invierno.
Después de este casi perfecto día volvemos a Miranda pero para
no hacer el mismo recorrido salimos por el puente “nuevo” hacia la BU-530 y hacer un tramo junto al río Ebro. Además me gusta el
paisaje de esa carretera. Puesto que nos queda un par de días algo inventaremos
para no aburrirnos. Pero eso será en la próxima entrada.