Moclín es un municipio situado al Noroeste de la Provincia de Granada, a caballo entre la Andalucía Oriental y Occidental, en la Comarca de los Montes y Poniente Granadino, integrados en la parte más occidental de las cadenas montañosas del Subbético Medio. En sus 112,7 km2 se encuentran numerosas cavidades con pinturas rupestres como por ejemplo Corcuela, Cueva de las Vereas, o Bermejas. También tiene un castillo muy interesante de visitar y por supuesto algunas rutas de senderismo que merecen desplazarse los 33 Kilómetros de
distancia que lo separan de Granada.
La ruta recorrida hoy es
circular, empezamos en Moclín, en la base del castillo, bajamos por la ermita
de san Antón siguiendo la senda hasta fuente Corcuela, pasamos por el mirador
de tozar y bajamos hasta el rio Velillos primero bordeándolo y luego pasando
por sus pasarelas y puente colgante, llegando hasta la fuente de la buena
ventura y antes de llegar a Olivares emprender la subida a Moclín, pasando por
el mirador de Olivares. En total unos 8 kilómetros.
Para llegar a Moclín, en nuestro
caso, circulamos por la circunvalación y tomamos la salida 125 hacía la N-432 Córdoba fijándonos bien
en las indicaciones siempre dirección Córdoba. Por algún tramo iremos paralelos
a las vías del tren y bordearemos Atarfe para luego atravesar Pinos Puente y
seguir unos kilómetros hasta Puerto Lope. Aquí estaremos atentos ya que un poco
antes de salir del pueblo hay una indicación a la derecha: GR-3414
Moclín 5. Ya en la entrada tomé el desvío a la izquierda dirección al castillo
para dejar el coche en una plazoleta frente a una pequeña iglesia en la base de
las murallas del castillo. Estas son las coordenadas GPS: 37º 20´ 28.80” N y 3º
47´ 06.54” O y una foto.
Ya a pie seguimos por la calle
junto a la iglesia hasta llegar a la ermita de san Antón y tomar el camino de
la izquierda en bajada. Siguiendo
la senda llegaremos a la Fuente de Corcuela pero antes si nos salimos del
camino a nuestra izquierda hacia un abrigo de grandes dimensiones pero de
escasa profundidad, encontraremos pinturas rupestres de antropomorfos,
zoomorfos, cápridos y algunas representaciones en color rojo oscuro que
lamentablemente no están en buen estado de conservación.
Buscando pinturas rupestres |
Si queréis verlos y sacar vuestras
conclusiones aquí están las coordenadas: 37º 20´48.93” N y 3º 47´15.79” O.
Dejando atrás las pinturas seguimos la senda hasta Fuente Corcuela para beber de su agua, rellenar las cantimploras y sentarnos en las mesas que han habilitado para poder reponer fuerzas.
Tras esta pequeña pausa seguimos adelante hasta el Mirador de Tozar desde donde aparte de la panorámica del pueblo, hacia abajo vemos el río Velillos.
Vista del río desde el mirador |
Desde aquí iniciamos un descenso
hasta el río que esta acondicionado con una baranda de cuerdas muy práctica ya
que en algún tramo podemos tener y tenemos un resbalón.
Tras la bajada vamos bordeando el río hasta llegar al tramo que más gusta a todo el mundo, las pasarelas colgantes
Las barandillas de cuerda |
Tras la bajada vamos bordeando el río hasta llegar al tramo que más gusta a todo el mundo, las pasarelas colgantes
y al final de las mismas el
puente colgante.
Con una bonita cascada
Prosiguiendo el camino llegaremos a la otra fuente de la ruta: Fuente Buena Ventura. Además podemos recrearnos en las formas caprichosas que produce la erosíon como estas
vistas del río
Más adelante cruzaremos a la otra
orilla del río por un puente
junto a la antigua fabrica de luz
y seguimos caminando hasta llegar
al asfalto y pasar junto y bajo un hotel rural abandonado hasta la entrada de Olivares.
Pasando las primeras casas giramos a la derecha y empezamos un continuo ascenso
que nos lleva de vuelta a Moclín. Para mí esta es la parte más dura del
recorrido porque aparte de la fuerte subida ya tienes acumulado cansancio.
Encontramos otro mirador y las vistas del castillo y el pueblo hacen más
llevadera la subida. Por fin en Moclín recogemos el coche y regresamos
repasando lo que hemos disfrutado de la ruta y pensando en repetirla pero en
sentido inverso. Pero eso será cuando se me olviden las agujetas…