Mis visitas

sábado, 23 de abril de 2022

Jardín secreto y casa del parque, desfiladero del río Oca, Oña.

Junto al monasterio de San Salvador y perteneciente a él se encuentra el Jardín Secreto, llamado así porque según los lugareños aquí acudían los frailes a hacerse sus confesiones más íntimas.

Hoy este lugar se ha reacondicionado como lugar de exposiciones principalmente de escultura. Al lado de la llave de entrada 



está la puerta que da acceso al recorrido por el Paseo de la Rosaleda. Bordeamos la parte trasera del monasterio y seguimos por el Paseo de los Tilos. Quedan algunas esculturas de exposiciones anteriores.

  


Seguimos andando junto a una zona de estanques llamada La Ría en cuyo estanque más grande los monjes paseaban en barcas de remos para desplazarse de un extremo a otro. Aquí encontramos más esculturas.



Al final del paseo se encuentra el Manantial de Valdoso  



Siguiendo el recorrido nos encontramos con un sátiro 



Y unos metros más adelante llegamos a la Cueva de San José, un antiguo eremitorio rupestre excavado en un farallón rocoso.



Desde aquí seguimos hasta la Casa del Parque, donde además de unos bonitos jardines



se encuentra la antigua vaquería del monasterio convertida ahora en Centro de Interpretación Parque natural Montes Obarenes - San Zadornil. Esta cerrado pero un vecino muy amable nos da detalles de su antiguo funcionamiento y como él estuvo trabajando allí. A través de la ventana nos enseña fotos expuestas del trabajo que desarrollaba en este edificio.



Ahora vamos al inicio del paseo por el desfiladero del río Oca. Empieza justo a la salida de Oña, a la izquierda de la N-232 en la orilla derecha del río.




A unos cuatrocientos metros encontramos una área recreativa y



A continuación un puente que nos pasa a la orilla izquierda.




El sendero es cómodo y con desniveles mínimos.




Un nuevo puente nos vuelve a llevar a la orilla derecha.




Seguimos por un camino ancho 




Que bordea dos túneles.


A continuación cruzamos bajo la N-323 y subimos para continuar a la derecha de un  tercer túnel.




Unos metros más adelante encontramos un nuevo puente





que nos deja junto a un túnel del antiguo tramo de ferrocarril. 



Desde este punto damos la vuelta que haremos precisamente por el trazado del tren, paralelo al camino de ida 




y también comprende algunos túneles ferroviarios




Como este




Que nos lleva hasta la antigua estación hoy restaurada. 



 

Volvemos al campamento base muy satisfecho del día pasado.

sábado, 16 de abril de 2022

Oña, Monasterio de San Salvador

A solo 53 kilómetros de Miranda de Ebro, entre las comarcas burgalesas de la Bureba y las Merindades, a orillas del río Oca y a los pies de la imponente Mesa de Oña, dentro del Espacio Natural de los Montes Obarenes  y con una población de mil habitantes se encuentra La Villa de Oña. Forma parte de la mancomunidad Raíces de Castilla, junto a las localidades de Frías y Poza de la Sal. La villa fue muy importante durante la edad media para la formación de castilla y por eso tiene un conjunto monumental que bien merece una visita. Lo más destacado es sin duda el Monasterio de San Salvador.


En el margen izquierdo del río Oca viniendo desde Miranda de Ebro por la N-232 hay un parking para autocaravanas y coches amplio. Aunque esta señalizado las coordenadas son: 42.736149, -3.413534

Desde esta ubicación vemos el monasterio.


Cruzamos el puente sobre el río y la carretera en busca del monasterio.

Fue fundado en el año 1011 por el conde castellano Sancho García quien puso al frente, para dirigir esta comunidad a su hija Tigridia. Por aquel entonces el monasterio tenía carácter dúplice o mixto. Los monjes procedían de San Salvador de Loberuela y las monjas de San Juan de Cillaperlata. Pero en el año 1033, por obra de Sancho III el Mayor, rey de Pamplona  el monasterio pasó a depender únicamente de los monjes cluniacenses que aplican  la regla benedictina de expulsar a la comunidad femenina. Asimismo, se nombra abad a San Iñigo del cual hay esta escultura en la fachada.

La visita es gratuita los martes de 10:30 a 12 horas así que aprovechamos ese horario. La entrada de la visita empieza en la iglesia así que subimos la escalinata de la calle del pestiño a cuya derecha hay una estatua de Fray Pedro Ponce de León, precursor de la lengua de signos.


El pórtico de acceso a la iglesia esta adornado con estatuas de diferente reyes.



Pasado el pórtico entramos a la nave central en la que se encuentran varios retablos y destaca un fresco de Santa María de Egipto, qué vivió en torno al siglo V y muestra cómo tras una vida de juventud disoluta y licenciosa, supo encontrar la conversión en una peregrinación que hizo a Jerusalén.

 


En la zona del antiguo crucero y la subida a la torre se encuentra un órgano con 1134 tubos del siglo XVIII.



A continuación, en la capilla mayor se encuentra la sillería compuesta de ochenta y cuatro asientos divididos en dos pisos construidos en nogal y tallados con seres animados fantásticos sin estar ninguno repetido.



Seguidamente encontramos los panteones de personajes históricos como el del fundador del monasterio Sancho García, conde de castilla. También el de Sancho II el fuerte, rey de castilla que murió durante el sitio de Zamora y cuyos restos fueron traídos hasta aquí por su alférez, el Cid Campeador.



Otro espacio digno de mención es la Sala Capitular, lugar en el que los monjes se reunían para dirimir asuntos y cuestiones relacionadas con la vida de la comunidad.



No podemos olvidarnos del espectacular claustro gótico usado para la oración, meditación y descanso.



La galería interior contiene una profusa decoración, algo inusual según los expertos. Contiene también seis sepulcros uno de los cuales pertenece a Don Pedro González Manso, natural de Oña y prelado que fue de Guadix  (Granada), nuestra tierra.



No podemos olvidar la sacristía que contiene vitrinas en las que se custodian diversos objetos pertenecientes a los aristócratas sepultados en el monasterio, como las mortajas del conde Don Sancho García y del infante Don García de Castilla (siglos X y XII respectivamente) y el Cristo que portaba en vida Santa Tigridia,  el retablo central barroco realizado en el XVIII con una iconografía representando santos, reyes, profetas y escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, ni los frescos realizados por Francisco Bayeu, cuñado de Goya.

Además del monasterio podemos visitar la iglesia de San Juan Bautista,



el museo de la resina o pasear por el centro histórico y ver varias casas blasonadas 

en las calle del Pan y del Agua,



la antigua judería medieval en la calle Barruso, cruzar el arco de la estrella



y restos de arquitectura popular en  la zona del lavadero y el abrevadero o el antiguo hospital de beneficencia de Santa Catalina hoy reconvertido en consultorio médico. 


Oña también es rica en patrimonio natural pero ahora tenemos que hacer una parada técnica en el restaurante “el rincón del convento”, un sitio recomendable y proseguiremos con este patrimonio en otra entrada.