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sábado, 25 de marzo de 2017

Cascada de Guazalamanco-Pozo Alcon (Jaén)

Para hoy tenemos previsto recorrer los alrededores de Pozo Alcón, un pueblo de la provincia de Jaén que se encuentra a unos 115 kilómetros de Granada. Está situado en la parte suroriental de la comarca de Sierra de Cazorla por lo que una parte de su municipio forma parte del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. Concretamente queremos ver la cascada del arroyo de Guazalamanco.

Salimos de Granada en dirección Baza por la A-92 hasta la salida 25 indicada a Baúl–Bacor, Cuevas del Campo y el embalse del Negratin para continuar por la GR-7100. A unos 11 kilómetros giramos a la derecha siguiendo la señal dirección Freila que nos lleva hasta la A-315 para continuar a la izquierda unos 23 kilómetros más.

Antes de entrar en el pueblo seguimos las indicaciones de Embalse de la Bolera, Huescar, Pozo Alcón sur por la A-326. Seguimos hasta la primera rotonda y giramos a la derecha siguiendo la indicación Embalse de la Bolera. Desde esta rotonda seguimos unos 7, 8 kilómetros hasta una señal que indica a la izquierda El Hornico y aula de la naturaleza 2 kilómetros. Aquí termina el asfalto y seguimos por esta pista 6 kilómetros hasta donde empieza el sendero Guazalamanco y La senda de los Pescadores.



Empezamos subiendo por el carril hasta el mirador desde el cual tenemos vistas al sur del embalse de la Bolera y la Peña de Quesada, al norte el barranco del Guadalentín y el Tranco del Lobo, al oeste la sierra del Pozo y al frente la Sierra de la Cabrilla. 


Esta cuesta es la única dificultad digna de mención que encontramos en el recorrido.


















Arriba nos encontramos el mirador



















Ahora bajamos un poco

















para encontrar el arroyo a nuestra derecha del cual ya no nos separaremos en todo el camino.

















Es un paseo muy bonito, con abundante vegetación como el sauce blanco o los arces granatenses. En cuanto a la fauna vimos un mirlo acuático y huellas de jabalí. Pero el auténtico protagonista es el arroyo con sus aguas transparentes y numerosas pozas.









































Siguiendo la pista llegamos a un cartel que indica el fin del camino. Si le hacemos caso y nos damos la vuelta en vez de seguir unos cientos de metros más nos perderemos esta cascada.




















Hacemos las fotos de rigor y emprendemos el camino de vuelta ahora recreándonos un poco más en las curiosas formaciones rocosas del camino.





















Para terminar el día nos acercamos a ver el embalse de la Bolera y el espectacular barranco del Guadalentín junto a la presa. Con esto nos despedimos y toca volver después de un día espléndido.