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sábado, 1 de octubre de 2016

Rio subterráneo de la cueva de San José y Peñíscola

Para estas vacaciones teníamos previsto pasar unos días en Peñíscola así que el sábado por la mañana salimos dirección Peñíscola, pero antes de llegar hacemos una parada ya en la provincia de Castellón. Concretamente en Vall de Uxó para visitar el rio subterráneo navegable más largo de Europa, el de la cueva de San José.
Circulando por la A-7 tomamos la salida 283 y está perfectamente señalizado hasta el parking de la cueva. Si llegáis por otra carretera estas son las coordenadas del aparcamiento: 39º 49´ 21.60”N y 0º 15´ 03.30”O.
Una vez aparcado en la zona de sombra y tras contemplar la pintura de este edificio




andamos unos metros y ya estamos aquí.



Nos acercamos a la taquilla donde nos dan turno para las 16h. 30m. Como todavía queda un buen rato buscamos donde almorzar y preguntando en la gasolinera donde hacerlo, vamos donde nos recomiendan. El local está muy bien, buena comida y buenos precios pero me da la sensación que sigo en Andalucía porque tienen un tablao flamenco y muchas fotos de los típicos tópicos del sur.

Ya de regreso nos encaminamos a la entrada donde vemos un mosaico del recorrido.



Aunque están explorados más de 3 kilómetros, el recorrido consta de 800 metros en barca (zona azul) acompañados de un Guía-Barquero  y otro de 255 que recorremos a pie (zona marrón) hasta llegar nuevamente al río.

Subimos a la barca 5 y empieza el impresionante recorrido.


El guía nos explica las diferentes salas y su historia pero es difícil prestarle atención porque el ambiente es sobrecogedor y no queremos perder detalle de lo que vamos viendo.


Pasamos la galería de los sifones y continuamos a pie por la zona seca que también es digna de recrearse en sus formas y detalles.


De nuevo en la barca recorremos un tramo nuevo con salas que no habíamos visto como

  
la del Perro Pachón o el Lago del Diablo, para llegar de nuevo a la galería de los sifones y desandar lo andado hasta el embarcadero.



En total han sido unos 40 minutos que no olvidaremos.

Ahora salimos hacia Peñíscola a pasar unos días, bañarnos en su playa, descansar y visitar su castillo.


Desde las tumbonas del hotel tenemos esta vista del castillo y el casco histórico.






El castillo fue construido por los templarios entre 1294 y 1307. Después de extinguirse la orden fue residencia del papa Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna del cual hay esta escultura.




Esta vista del castillo desde el mar es muy buena. La foto no es mía.



Prácticamente integrado en el castillo se encuentra el faro.




Desde luego supieron elegir la ubicación perfecta para el castillo, dominando costa





y mar.






También visitamos el Parque de Artillería que rodea el castillo por la zona marítima.





Pasamos un buen día aunque muy caluroso. 

Aparte de la playa de Peñíscola, en dirección a la Sierra de Irta descubrimos varias calas pequeñas con aguas cristalinas. En esta misma sierra hay varias rutas de senderismo muy interesantes como la que lleva al castillo de Xivert. 


Foto de Falconaumanni

Para concluir podemos decir que es una zona playera pero si quieres algo más, lo tienes.

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