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martes, 23 de agosto de 2016

Riscos de Bilibio y Conchas de Haro.

Hoy vamos a adentrarnos en la Rioja y conocer el que fue ganador del Mejor Rincón 2014 de la guía Repsol: Los Riscos de Bilibio sobre los cuales se asienta la ermita de San Felices, el patrón de Haro y desde los cuales tenemos vistas impresionantes de Las Conchas de Haro y todo en derredor.
Salimos del Crucero de Miranda de Ebro por la carretera de Orón y tomamos la BU-735 pasando por Ircio y a partir de aquí vamos acompañados del Río Ebro por la izquierda. Después de pasar bajo la AP-68 ya estamos en La Rioja. Tras dejar unas canteras a la derecha pasamos un túnel y al poco ya vamos viendo la ermita encaramada en lo alto del risco.


Tiramos un poco de zoom para verlo mejor y abajo a la derecha se aprecia por donde discurre el camino.



Desde aquí vemos el efecto de la erosión creando arcos naturales a un lado



y otro de la carretera.



Seguimos unos 2 kilómetros hasta llegar a un desvío a la derecha que indica “ermita San Felices” por el que seguimos hasta otra bifurcación que a la izquierda pasa sobre la AP-68 pero nosotros continuamos por la derecha subiendo unos metros y siguiendo la indicación de las escaleras  encontramos una zona de aparcamiento.  Las coordenadas de esta bifurcación son: 42º 36´54.62”N y 2º 51´19.68”O. En total desde miranda son unos 19 kilómetros. Encima del estacionamiento hay una amplia zona de mesas para comer



y las escaleras de subida. Hay un panel informativo sobre dos opciones de subida, por rampa un 90 % de esfuerzo y por escaleras 30 %. Como venimos en plan relax nos decidimos por las escaleras.





Paramos frecuentemente no por la dureza de la subida sino para recrearnos contemplando las panorámicas cada vez mejores.



Ya tenemos una vista buena de la Conchas



Pero seguimos hacia arriba y en nuestro siguiente giro encontramos unas águilas volando sobre y entre las Conchas.










También encontramos otros seres con la habilidad de volar aunque quizás menos espectaculares



Llegamos a un panel informativo,



y en pocos escalones más está la entrada a la ermita con unas escaleras metálicas a la derecha para hacer cumbre en todo lo alto.



Estamos en la cima contemplando la panorámica de la llanura y los montes,



las Conchas junto al Ebro y al fondo la Sierra de Toloño,



y por supuesto la estatua que da nombre a esta zona, San Felices obra del escultor Vicente  Ochoa Moreno.



Mucho antes de la construcción de la ermita en 1710, existía una fortificación romana en este lugar ya que es un enclave estratégico que defiende y vigila la margen derecha del Ebro.
Llega el momento de la bajada pero en un último vistazo al cielo nos despide un águila.



Ya en la zona de aparcamiento vemos más arcos producto de la erosión aunque son inaccesibles



y además va siendo hora de almorzar así que emprendemos el regreso a Miranda tras pasar una buena mañana.

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