El Conjunto Arqueológico Dólmenes de
Antequera se divide en dos recintos distanciados entre sí por unos 4
kilómetros. En el primero está formado por los dólmenes de “Menga” y “Viera”. El
segundo “tholos” de El Romeral así como por una serie de yacimientos
directamente relacionados con esta necrópolis (Cerro del Marimacho o Cerro de
Antequera y yacimiento de Carnicería de los Moros o Villa Romana de Antequera).
Estos bienes han sido declarados Patrimonio
Mundial en el año 2016 en la figura denominada Sitio de los Dólmenes de
Antequera, junto a la Peña de los Enamorados y el Paraje Natural de El Torcal
de Antequera - del que hay una entrada en el blog - así que es un buen motivo para acercarse a
conocerlos.
Puesto que todavía es pronto paseamos por Antequera
buscando donde desayunar, lo que hacemos junto a esta plaza.
Las coordenadas del parking del primer
recinto en el que además se encuentra el Museo de Sitio, el Centro Solar
Michael Hoskin y el Observatorio de El Caminante son: 37°01'24.1"N
4°32'49.5"O
En el museo recomiendo ver la proyección
audiovisual "Menga. Proceso de Construcción" para comprender el
esfuerzo y las técnicas utilizadas en el levantamiento del monumento.
Después de la proyección vamos al dolmen cuya
entrada se ve en la foto.
Aquí otra un poco más antigua, concretamente
de 1896.
Se trata de una construcción que tiene
más de 5.500 años. Las dimensiones del Dolmen
de Menga son colosales y parece que es el más grande del mundo, la longitud
total del conjunto alcanza los 27,5 m, la cámara del fondo tiene 3’5 m de
altura y 6 m de anchura. La presencia de pilares intermedios, un recurso
constructivo muy raro en el megalitismo europeo.

Otra característica singular que no encuentra referentes en Europa es la presencia de un pozo profundo y estrecho en el fondo de la cámara tras el tercer pilar, que tiene una profundidad de 19.50 m.
En el primer ortostato - un bloque o losa que forma la hilada inferior de un muro forman parcial o totalmente las paredes del monumento funerario megalítico y
soportan las losas de la cobertera - del corredor tiene una serie de grabados
antropomorfos en forma de cruz así como de estrella.
La estructura del dolmen se cubre con un
túmulo de 50 m de diámetro.
Además de su tamaño monumental también lo
hace excepcional su orientación anómala a la Peña de los Enamorados o como
también se le llama El Indio Tumbado.
Esta singularidad es detectada por el
arqueoastrónomo Michael Hoskin tras medir más de 2000 dólmenes por el
Mediterráneo, quedando documentada en su obra Tumbas, templos y sus
orientaciones: una nueva perspectiva sobre la Prehistoria del Mediterráneo (2001).
Su eje se interseca con la Peña de los
Enamorados en un abrigo con pinturas rupestres, el abrigo de Matacabras que está
en la barbilla del Indio.
Junto al tholos de El Romeral, constituye un
ejemplo único de monumentalización paisajística por el que los hitos naturales
se perciben como monumentos y las construcciones se presentan bajo la
apariencia de paisajes naturales.
Una vez disfrutado el dolmen vamos al
siguiente, el de Viera pasando por el campo de Túmulos.
Este último fue descubierto en 1903 por los
hermanos Viera aunque está documentado su conocimiento, al menos, desde el siglo XVI.
Se calcula que tiene aproximadamente 4.500 años.
Aquí la entrada
que al igual el de Menga tiene los ortostatos
decorados con cazoletas o sea oquedades en el corredor muy típicas del arte
esquemático.
El dolmen de Viera puede considerarse un
sepulcro de corredor que estaría formado por un largo pasillo de algo más de 21
metros, segmentado por dos tramos, al final del cual se dispone una cámara de
planta cuadrangular, a la que se accede a través de una puerta perforada, en la
que eran depositados los cadáveres y sus ajuares.
El dolmen se cubre con un túmulo (montículo
artificial) de 50 m. de diámetro, estando orientado a levante, ligeramente
hacia el sureste, por lo que sigue los patrones estándar europeos. Esto
posibilita que en los amaneceres de los equinoccios de primavera y otoño los
rayos del sol inunden su cámara sepulcral.
Volvemos al parking para poner rumbo al
ultimo dolmen, el de Tholos del Romeral que como decíamos esta a solo 4 kilómetros.
Desde el parking tenemos una buena vista de
la Peña de los Enamorados o el Indio.
Aquí la entrada al dolmen
A diferencia de los dólmenes anteriores, en
la construcción no se utilizan
ortostatos y losas de cubierta formando ángulos rectos, sino mampuestos.
Los
mampuestos son lajas de mediano y pequeño tamaño, más o menos regularizadas,
pero sin llegar a ser auténticos sillares y que, según qué casos, se unen unos
a otros a piedra seca, es decir sin utilizar argamasa alguna entre ellos o bien
mediante algún tipo de mortero de arcilla.
este corredor desemboca en una gran cámara
funeraria de planta circular.
El sol ilumina el corredor del tholos de El Romeral en el solsticio de invierno.
El túmulo tiene un diámetro de unos 75
metros, el mayor de los tres visitados y su orientación es hacia otra notable
mole rocosa, el Camorro de las Siete Mesas, la cumbre de la sierra de El
Torcal.
Con esto damos por finalizada esta asombrosa
visita de nuestro patrimonio un tanto desconocido.
Otras
fotos gracias a:
Moreno Estudio Antequera, Antonio Miranda Fernández, Miguel Ángel Blanco de la Rubia, Javier Pérez González, Juan Rodríguez Bravo